domingo, 3 de febrero de 2008

A Volodia, con amor…


Adiós Volodia… Adiós paladín de la justicia, la libertad y la verdad.

El 31 de Enero pasado nos dejó uno de los hombres más controvertidos del movedizo y obscuro siglo XX chileno. Amigo personal de marxistas connotados como Pablo Neruda y Salvador Allende, Volodia destacó por ser un defensor acérrimo de sus ideales y luchar, desde su cómoda y segura morada moscovita, contra el régimen totalitario, descarnado y terrorista del “dictador”. Sí, este héroe “demócrata”, como muchos lo califican, fue uno de los pilares del Partido Comunista de nuestro país, llegando incluso a rearticularlo tras la caída estrepitosa del régimen de la Unidad Popular.

“Demócrata”… sin duda era un demócrata. Como no serlo si hoy en día la democracia se entiende como “el derecho inalienable a pensar, elegir y promulgar el ideal que a uno más le plazca”. Sin embargo, este apelativo impuesto por las autoridades neo-marxistas que detentan el poder gubernamental chileno y más aún, por la prensa y canales supuestamente “católicos”, no es otra cosa que una falsedad y un oprobio a los filósofos de la antigua Grecia.

Como hablar de un demócrata si durante su vida entera aclamó al totalitarismo y a la dictadura del proletariado. Amante del comunismo y la subversión literaria y radial, Volodia engatusaba a la masa ignorante y manipulada, invocando, irónicamente, los ideales más repudiados por ellos mismos: la opresión, la muerte injustificada y el absolutismo.

Sin duda alguna, este criminal de la libertad debe haber disfrutado como el gobierno se arrodillaba frente al terrorismo encarnado en una mujer suicida, “defensora” de la causa indígena (y me perdonarán, pero doña Chepita es más huinca que doña Inés de Suárez y todos los conquistadores juntos). Y bueno, desde donde quiera que esté, llorará la caída de sus ideales opresores cuando la libertad, la justicia, la democracia y el antiterrorismo derroquen a la disminuida y acabada izquierda chilena que actualmente cae a pedazos.

Pero nuestro querido amigo nos deja una lección digna de analizar. El chileno ha de ser subversivo y defensor de su causa, ojalá lo más ilícita posible, para ser reconocido, admirado y recordado. No podemos darnos el lujo de ser héroes de la Patria y derrocar regímenes absolutistas como otrora lo hicieran tantos chilenos y chilenas patriotas (y que al momento de su muerte no recibieron ni las gracias, ni el recuerdo, ni nada, ni siquiera de parte de sus más cercanos amigos y “colaboradores”).

Bueno... ¿qué queda entonces después de la partida del tío Volodia? Simple. El terrorismo se está rearticulando y los ideales marxistas, retocados en “libre mercado” y pomposos tratados internacionales tras una cirugía plástica de casi 40 años, ganan cabida en nuestra democrática sociedad. Pues bien. Hemos de estar preparados y defender la libertad y la Patria contra la opresión. Invocar a la libertad y defenderla, hecho que muchas veces, aunque no se prefiera, se materializa en formas metálicas. Esperemos entonces que el comunismo, y todas su manifestaciones “farandulescas” y tragicómicas de la actualidad, sea desalentado por una vía intelectual poderosa o por otras más eficaces.

Que más da. Es la historia de Chile y no veo por qué no nos toque vivirla.

Sin más querido Volodia, esperemos que con tu partida mueran parte de (si no todos) tus anacrónicos, desvencijados y arcaicos ideales…

Que Dios te perdone…

1 comentario:

Alvaro Figueroa dijo...

En mi casa siempre me han dicho que no se habla ni de política, de religión ni de fútbol (o football, si se prefiere). De hecho en mi familia entera (los Figueroa) no se tocan esos temas.... bueno, no es cierto.

Pero por el tío Volodia mejor no digo nada, porque sino empezaría a despotricar contra mucha mas gente (que debería estar acompañando al tío).

En fin... Dios sabrá porque hay gente acá que muchos de nosotros quisiéramos que no estuvieran.

Supongo que no estoy de ánimo para ningunear. O ando en los días de consenso, donde prefiero ver el lado bueno (?) de las personas y pensar que prefieren hacer las cosas porque en verdad están convencidas de que es lo mejor (??!!) y no por actos egoistas o malignos.

Saludos